Fresco que representa una escena particular de un relato evangélico: Herodías, madre de Salomé, abandonó a su marido Herodes Filipo I y se fue a vivir con su cuñado, el rey Herodes Antipas. Juan el Bautista condenó públicamente la conducta del tío de Salomé; éste lo hizo encarcelar primero y luego, para complacer a la bella hija de Herodías, que había bailado en un banquete, lo mandó decapitar.