Los hermanos Zuccari, tras haber pintado al fresco temas casi obligatorios para la casa de un cardenal, decoran las demás estancias con temas menos exigentes, relacionados con la naturaleza, como los frescos de las estaciones y los deliciosos palacios con ruinas, o con la mitología. También se privilegian las historias de los dioses. En esta escena tenemos a Acteón transformado por Diana en ciervo.