Detalle. El Ka del gobernante sujeta el símbolo ankh de la vida. El Ka es el elemento vital, invisible e intangible que hace vivir al hombre y lo distingue del cadáver. Nace con el hombre y le sigue en la otra vida. El Ka real era el aspecto divino de la personalidad del rey; el gobernante se convertía en dios en el momento en que se unía con su Ka, es decir, en el momento de la coronación, cuando se sentaba en el trono de Horo.