El dios Khnum, representado como un hombre con cabeza de carnero, era un dios creador: con su torno de alfarero creaba al hombre modelándolo en arcilla. Las figuras creadas por Khnum eran siempre dos, ya que a la creación del ser humano seguía siempre la de su Ka, el elemento espiritual entendido como "la fuerza vital del hombre". Venerado sobre todo en Elefantina, era también el dios tutelar de los que residían en la región de las cataratas, "el guardián de las fuentes del Nilo".