Sarcófago externo de piedra que perteneció al príncipe Amonherkhepshef, hijo del faraón Ramsés III y, probablemente, de la gran novia real Tyti, enterrada en la cercana tumba QV 52. El sarcófago, con su tapa antropomorfa, quedó inacabado y se colocó en la última cámara de la tumba (sala F) en lugar de en la cámara funeraria (sala D). Investigaciones recientes han demostrado que el príncipe nunca fue enterrado en la tumba hecha para él, ya que se encontró un sarcófago con el nombre de Amonherkhepshef en otra tumba, la de un importante funcionario de la reina Tausert, el canciller Bay (tumba KV13). Sin embargo, las razones de este cambio siguen sin estar claras hoy en día y quizá haya que buscarlas en los cambios sociales que se produjeron a finales del reinado de Ramsés III y que, como consecuencia, afectaron también a los enterramientos en las necrópolis tebanas.