Amuleto de faïence azul en forma del símbolo ankh de la vida, con algunos motivos de manganeso. El tallo lleva una inscripción con el prenombre de Tutankamón: Nebkheperura. Los egipcios llevaban amuletos tanto en vida como después de la muerte en señal de protección. Tanto la forma como el material eran a menudo simbólicos y conferían a la persona que los llevaba las propiedades que contenían: protección, vitalidad, fuerza, regeneración.