Estatuilla de un sirviente desplumando un ganso, hallada en el interior de una mastaba de Saqqara y que forma parte de una serie de estatuillas de sirvientes que representan oficios. El hombre está arrodillado y lleva la pierna derecha al pecho. Viste una falda blanca y lleva el pelo corto que le deja las orejas al descubierto. La piel, como la de todas las figuras masculinas, está coloreada con ocre. Delante de él hay una pequeña mesa donde reposa un ganso sacrificado. La ofrenda del ganso es una de las más significativas y se hacía tanto para los dioses como para los muertos. Representaba tanto al dios Amón como símbolo de la fuerza vital como al dios Set para representar al enemigo sacrificado.