En el antiguo Egipto, cualquier objeto podía recibir significados independientes de su función. Esta tendencia era recurrente en los objetos dedicados al cuidado personal. Por eso no debe sorprender que el nombre de un gobernante aparezca en un simple peine; en el centro está el serekh (vista axonométrica de un palacio real), coronado por el halcón, en cuyo interior está inscrito el nombre de Djet; a los lados hay dos cetros que simbolizan el poder, a la derecha también hay un signo ankh, cuyo significado es "vida"; en la parte superior, unas alas con una barca con cabina coronada por un halcón (se trata de una imagen alegórica del cielo surcado por el sol, que se creía que navegaba diariamente de este a oeste, de lo cual este peine es el ejemplo más antiguo, pero más tarde se representará un sol alado)