La figura a la que pertenecía esta cabeza barbuda, muy bien conservada, estaba tumbada sobre su lado derecho encima de la placa base. El rostro presenta una expresión muy dolorida debido a las profundas arrugas que surcan la sien. Lleva un exótico tocado que consiste en una banda hinchada que termina en las sienes y que se sujeta mediante un fino cordón que rodea el cráneo.