Rómulo, tras la fundación de Roma, se dirigió a los habitantes de los países vecinos para establecer alianzas, pero éstos, desdeñando el orgullo patriótico, seguramente se negaron. Así, Rómulo respondió secuestrando a sus mujeres, entre las que se encontraban las sabinas. El lienzo muestra el momento de máxima excitación, cuando precisamente los soldados romanos se apoderan de las mujeres. Lo sorprendente es que Da Cortona lo ha plasmado todo con gran plasticidad y equilibrio, absteniéndose incluso de dejar que las emociones transpiren de los rostros de las mujeres, delegándolas a la relación entre las líneas. - 614